Test para detectar COVID-19

¿CÓMO ES ES EL NUEVO CORONAVIRUS SARS-COV-2?

El nuevo coronavirus SARS-COV-2 es un virus de la familia de los coronavirus, llamados así porque tienen una forma esférica rodeadad de una especie de „corona“ a su alrededor. Son virus que afectan mayoritariamente a animales, pero a veces saltan al ser humano y nos pueden provocar infecciones. Hay otros virus de la misma familia que provocan los comunes resfriados y catarros que sufrimos muchos cada año sin mucha importancia.

El virus está formado por una esfera, hecha de proteínas (que es como si fuesen las maderas y tornillos de un mueble de IKEA), un material genético en su interior que es ARN (son las instrucciones para construir la casa entera, bien explicaditas) y una corona alrededor (más proteínas, que lo hacen diferente de otros vius y le permiten unirse a las células humanas y atacarlas, que es como si fuesen los adornos y los colores propios de es emueble de IKEA).

Cuando el virus infecta una célula humana, entra en ella por las proteínas de fuera (los adornos y colores) y luego mete su material genético en el núcleo de nuestra célula. Ese material genético, que son las instrucciones para fabricar el mueble del IKEA, se mete dentro del material genético de nuestra célula (las instrucciones para que nuestra célula trabaje normalmente) y lo que hace el virus es „obligar“ a nuestra célula a fabricar muebles y más muebles, todos iguales y con los mismos adornos y colores que el original. Entonces, cuando la célula está llenita a rebosar de muebles, se rompe y los muebles se liberan. Y los muebles, que son los virus, se van a atacar a otras células y así se van propagando.

Cuando el cuerpo se da cuenta de lo que está pasando, empieza a fabricar unas defensas que, entre otros tipos, son las inmunoglobulinas tipo M (IgM). Esas inmunoglobulinas se fabrican para que se unan a los adornos y colores que tienen esos muebles de IKEA que nuestro cuerpo está fabricando sin querer. Se unen a los virus y son eliminados. Si nuestas defensas son fuertes y responden rápido, entonces seremos asintomáticos y nuestro cuerpo eliminará la infección, muchas veces sin que nos demos ni cuenta. Y, como el cuerpo es sabio, una vez eliminada la infección, elimina las IgM porque ya no son necesarias; pero fabrica otras, que los las IgG y que se encargan de circular durante meses (puede que años, aún no se sabe) por nuestro cuerpo. Son una especie de vigilantes específicos, es decir, vigilan que no vuelva a haber virus. En cuanto ven uno, dan una alarma rápidamente y la infección se elimina.

Si nuestro sistema defensivo está un poco pachucho (por enfermedades previas, predisposición genética, toma de algunos medicamentos...) entonces tardará más en fabricar esas IgM y el virus se puede reproducir mucho más con lo que causará problemas más serios como son los síntomas y los problemas asociados que se siguen dando incluso mucho tiempo después. De ahí la importancia de detectar la COVID-19 lo antes posible.

Ahora que conocemos a nuestro enemigo, vamos a ver qué tipos de test hay y qué buscan en cada uno.

¿QUÉ TIPOS DE TEST PARA LA COVID-19 HAY?

1.      Test PCR

Busca fragmentos del material genético que tiene el virus (el ARN, las instrucciones de montaje del mueble). Son los más fiables, los más caros y los más lentos ya que necesitan la máquina que hace la PCR para obtener los resultados y esas máquinas no son precisamente muy abundantes. La toma de muestras se hace con una torunda o bastoncillo introduciéndolo por la nariz (no es fácil y es molesto), aunque desde finales del mes de diciembre habrá en farmacias uno que se hace con una muestra de saliva que se envía a un laboratorio a analizar. Imaginemos que IKEA fabrica cada mueble con un librito de instrucciones hecho en un papel distinto; cada librito tiene un color y una textura únicas. Pues bien, mediante la PCR, una muestra en la que encontremos aunque sea simplemente una página de un librito de instrucciones, la máquina donde se mete para hacerle la PCR conseguirá fabricar, a partir de ese trocito, el libro entero y entonces podremos ver si el libro que buscamos está o no está en esa muestra que hemos tomado.

La máquina de PCR NO se equivoca. Si nos dice que está el libro, es que está. El problema es que, a veces, no tenemos la enfermedad pero queda un trocito muy muy pequeño de ARN (de libro) en nuestro cuerpo, si lo coge la muestra, puede decir que tiene la enfermedad cuando en realidad ya no la tiene. Lo mismo pasa si se coge mal la muestra y aparece una pequeña contaminación y nos da positivo. Por eso las PCR se deben hacer en lugares específicos como son laboratorios de análisis clínicos u hospitales.

2.      Test de Anticuerpos (Test de IgM e IgG).

Cuando el cuerpo humano es infectado por un virus, crea unas defensas específicas para ese virus, inmunoglibulinas se llaman, y las hay de varios tipos. Buscando esas defensas sabremos si nos ha infectado o no. Es menos fiable que la PCR pero más rápido y barato, por lo que es muy útil en casos en los que hay que hacer muchos test a mucha gente en muy poco tiempo, como es el caso de una pandemia mundial. Además, te indica si pasaste la enfermedad hace tiempo (hasta varios meses).

Aquí es muy importante que el análisis se haga por separado. Es decir, si nos dice que la prueba es positiva en inmunoglobulinas, significa que tenemos la enfermedad o que la estamos pasando o que la hemos pasado hace mucho. Por tanto, estos resultados hay que especificarlos bien y saber si es positivo o negativo en cada una de las inmunoglibulinas: G y M. Y, si es positivo, confirmar con PCR. La mayor utilidad de este test cuando no es específico es para cribar pacientes y hacerles PCR sólo a los que den positivo.

En el caso de que se haga especificando si es IgG o IgM, podemos saber mucho más:

IgM+ / IgG-: estamos empezando la enfermedad porque se han creado las primeras defensas pero no las segundas.

IgM+ / IgG+:  estamos en una fase avanzada de la enfermedad porque ya se han creado las defensas de larga duración.

IgM- / IgG+: hemos pasado la enfermedad. El cuerpo ha dejado de defenderse y sólo queda la defensa-memoria, la que vigila que no vuelva el virus y avisarnos rápidamente si lo hace.

IgM- / IgG-: aquí hay incertidumbre porque hay tres posibilidades:

                  · que no tengamos no hayamos tenido la enfermedad ni el virus.

                  · que la tengamos pero sean los primeros 3-5 días y el cuerpo aún no ha desarrollado defensas. Pelirgo porque podemos quedarnos tranquilos cuando no lo deberíamos estar.
                  · que la hayamos pasado pero que no se hayan creado correctamente o en cantidad suficiente la memoria a largo plazo.

3. Test de antígenos

Busca partes del virus que son proteínas, no el material genético como hace la PCR. Buscamos las tablas y adornos del virus, no las instrucciones como en la PCR.

Lo bueno que tienen es su facilidad de hacer, su precio y la velocidad de respuesta, que se da en minutos (15-20 minutos o menos, mientras que una prueba de PCR tarda días ya que la muestra debe ser enviada a un laboratorio donde se pueda hacer la PCR).

En contra tiene que si no hay síntomas o están desapareciendo, es muy fácil que dé negativo cuando debería dar positivo. ¿Por qué pasa esto? Porque la carga viral va disminuyendo y puede que la muestra no sea suiciente para detectar el virus o trozos de virus. La PCR sí porque la PCR lo que hace es „fotocopiar“ muchas veces ese trocito de ARN que ha encontrado y hacer que sea superabundante con lo que es difícil no verlo. Por tanto, esta prueba debe reservarse para cuando empiezan los síntomas. En asintomáticos puede que dé positivo, pero es muy probable un falso negativo (tienes el virus y la prueba te dice que no).

¿CUÁNDO DEBE HACERSE CADA TIPO DE TEST? ¿QUÉ TEST DEBO HACERME?

Visto lo visto, cada tipo de test tiene unos pros y unos contras para su uso, por lo que, calculando fechas, podremos usar el que más se ajuste a nuestras caracterísiticas o tener la máxima información posible tras un análisis.

En los primeros días, cuando aún se es asintomático, sólo la PCR es capaz de dar un verdadero positivo. Los demás, muy probablemente, dirán que el resultado es negativo.

A partir del día 3-5 tras la infección, puede que haya síntomas o no, pero la carga viral ha subido por lo que ya podemos detectar con el test de Antígenos. Si nuestras defensas lo mantienen a raya y no dejan que se reproduzca mucho, entonces seguiremos dando negativo.

A partir de la semana se supone que las defensas ya están actuando en serio y abundantes por lo que se debe hacer un test de anticuerpos y, más específicament, de IgM, que es la primera que se crea para defendernos. Si da + a ambas Ig, entonces sabemos que no es tan reciente, que ya han pasado más de 2 semanas desde la infección.

A partir de aquí, los test de antígenos empiezan a dar negativo porque no hay tanta carga viral en el cuerpo y no son detectados.

Las pruebas de PCR siguen dando positivo porque, com hemos visto, detectan cantidades mínimas de virus.

Aquí la IgM va disminuyendo y la IgG va aumentando para quedarse durante semanas o meses en el cuerpo (o años, aún no lo sabemos).

RESUMEN FINAL

La conclusión final es que la PCR es el mejor test que hay pero que los otros son más accesibles, rápidos y baratos. Por tanto, lo mejor es la suma de dos test para saber qué está pasando o desde cuándo tenemos la infección. Y hay que tener en cuenta que hay muchos falsos negativos que son un gran problema porque nos vamos a relajar sin deber hacerlo, por lo que el resumen de un texto sobre los test de antígenos es simple, todos lo sabemos y no tiene nada que ver con los test: