PROTEOGLICANOS, ¿qué, para qué, cómo?
1.- ¿Qué son los proteoglicanos?
Son unas moléculas (bastante grandes, por cierto) compuestas por una proteína y varios glúcidos unidos a ella. Existen en la naturaleza antes de que exista el ser humano, así que no son un invento sino que han sido un descubrimiento. Lo que se hace es estudiar sus funciones en el cuerpo humano y rediseñarlos para que hagan los efectos que nosotros queramos. En este caso, lo que nos interesa es su función estructural.
2.- ¿Para qué sirven los proteoglicanos?
Son moduladores de la transducción de señales entre el citoplasma y el espacio extracelular, es decir, permiten que la comunicación de dentro de la célula con el entorno que la rodea se haga de forma más efectiva y fluida. Además, su gran tamaño con cargas positivas hace que retengan agua, formando geles y manteniendo un alto grado de hidratación. Esta función estructural y de retención del agua alrededor de la célula es lo que más se busca a nivel cosmético. De este modo, se evita la sequedad y se eliminan o atenunan las tan temidas arrugas, líneas de expresión y otras marcas de la piel.
3.- ¿Cómo se usan los proteoglicanos?
Dan mucho más de sí de lo que parece porque podemos usar una ampolla al día, cada dos días o incluso cada tres días, dependerá del tipo de piel; así, pieles más secas requieren un uso más frecuente para mantener la hidratación y pieles más hidratadas no lo necesitan tanto ya que aún no se ha visto disminuida su capacidad de retención de agua.
También se puede suar media ampolla por la mañana y la otra media por la noche. O incluso media una noche, media a la siguiente y descansar un tercer día. Como hemos dicho, dependerá del tipo de piel.
Se absorben mucho más fácilmente de lo que parece al principio y, si vemos que queda un exceso, debe retirarse con una toallita y ya sabemos, para la próxima, que nuestra dosis sería algo menos de la que hemos usado en esa ocasión en la que nos ha quedado un exceso.
4.- ¿Qué efectos tienen sobre la piel?
Los principales efectos, como hemos visto, son estructurales, es decir, minimizar las arrugas de la piel, las marcas de expresión que van marcándose al gesticular en nuestro día a día, mantienen una mayor hidratación en la piel, disminuyendo así las marcas que puedan quedar y minimizando las aparición de cicatrices (ojo, no es un cicatrizante ni mucho menos). Cada vez va siendo más frecuente compaginar su uso con ampollas de vitamina C (generalmente con una concentración del 5 % de vitamina C pura) para aumentar la luminosidad que aporta dicha vitamina, ya que es un potente antioxidante acuoso.
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